En una entrada anterior, subrayábamos que la denominada web 2.0 se caracterizaba porque las aplicaciones en red estaban diseñadas para que los usuarios compartieran y elaboraran conjuntamente información. Asimismo, decíamos que, dada esta característica central de esta tecnología, facilitaba, obviamente, el aprendizaje colaborativo de nuestros alumnos.
Conviene ya pasar de las declaraciones y afirmaciones generales a la demostración de las mismas. Pero antes de ensayar en el curso alguna de estas herramientas colaborativas en línea, se me ocurre que puede resultar útil reflexionar sobre qué tipo de actividades1 pueden desarrollarse con las herramientas que vamos a trabajar en esta sesión.
En una clase de Lengua castellana, ¿qué tipo de documentos (textos o presentaciones, más difícilmente hojas de cálculo, formularios o dibujos) pueden desarrollarse colaborativamente? Para el caso de los textos, cualquier tipo textual (narracción, descripción, exposición, argumentación o diálogo) puede componerse colaborativamente con Google Docs. Por tanto, cuando solicitamos de los alumnos que realicen un ejercicio de escritura- una descripción de un lugar, o un cuento del tipo que sea, una descripción física de sí mismos, o un vocabulario de jerga juvenil, etc.-, si deseamos que ese ejercicio de escritura sea compartido por dos o más alumnos, podemos indicarles que hagan uso de Google Docs, de tal modo que compartan un documento entre ellos y con nosotros, para conducirles y cooperar en esa actividad.
Una de las dificultades que habitualmente se aduce en un trabajo elaborado en grupo es la de evaluar con justicia a cada miembro del grupo, puesto que es tan relevante la participación en el proceso de elaboración de cada miembro del grupo como el propio resultado final colectivo. ¿Cómo se resuelve con una herramienta tecnológica? En Google Docs es muy fácil. Existe un control de las revisiones del documento en el que podemos comprobar qué usuario introduce los cambios, así como el propio contenido de los cambios introducidos:
Evidentemente, si nos interesa no la realización de una actividad o ejercicio más o menos descontextualizado sino una tarea o proyecto, Google Docs que, evidentemente no es más que una herramienta a nuestro servicio, también nos puede resultar muy útil. En el vídeo- de la famosa factoría de Common Craft- se muestra cómo facilita la tarea de edición de una publicación (el diario de clase, el noticiario del grupo, etc.)
En el lugar donde más arriba nos hemos referido a documentos de texto, podemos sustituir éstos por presentaciones y el sentido de esos párrafos no varía. En consecuencia, también podremos beneficiarnos de Google Docs para el seguimiento de una presentación de un grupo de alumnos como apoyo, por ejemplo, para una exposición oral, o como ilustración de un poema. Si nos interesa una reflexión y propuesta detallada del uso didáctico de las presentaciones en línea, es muy recomendable el artículo de Andrés A. García Manzano.
Puesto que- y lo lamento- en este curso no nos permiten-me parece- la realización de actividades en grupo, debo solicitaros que proyectéis y llevéis a cabo una presentación sobre los contenidos que estéis impartiendo- o vayáis a impartir próximamente- en clase. Las aplicaciones que podéis usar son:
En todo caso, sea cual sea vuestra elección, la presentación realizada debe estar localizada en vuestra cuenta de Google Docs para que facilitéis el enlace que nos permita a todos observarla.
Por último, algunas recomendaciones2- desde mi propia experiencia- sobre las diapositivas de vuestras presentaciones:
NOTAS
1. En este artículo citaremos algunas aplicaciones educativas de Google Docs en la materia de Lengua castellana. Si nos interesan otras aplicaciones educativas (calificaciones compartidas, ficha de asistencia de alumnos, el uso de formularios para exámenes, crear eventos, etc.) en ámbitos diferentes, es de utilidad este artículo de José Manuel Pérez Lobato.
2. Es frecuente que se hable, por el uso intensivo de la aplicación, de los defectos habituales del soporte e incluso del pernicioso efecto sobre la argumentación, de tal manera que se presentan recomendaciones y decálogos del buen uso.
Conviene ya pasar de las declaraciones y afirmaciones generales a la demostración de las mismas. Pero antes de ensayar en el curso alguna de estas herramientas colaborativas en línea, se me ocurre que puede resultar útil reflexionar sobre qué tipo de actividades1 pueden desarrollarse con las herramientas que vamos a trabajar en esta sesión.
En una clase de Lengua castellana, ¿qué tipo de documentos (textos o presentaciones, más difícilmente hojas de cálculo, formularios o dibujos) pueden desarrollarse colaborativamente? Para el caso de los textos, cualquier tipo textual (narracción, descripción, exposición, argumentación o diálogo) puede componerse colaborativamente con Google Docs. Por tanto, cuando solicitamos de los alumnos que realicen un ejercicio de escritura- una descripción de un lugar, o un cuento del tipo que sea, una descripción física de sí mismos, o un vocabulario de jerga juvenil, etc.-, si deseamos que ese ejercicio de escritura sea compartido por dos o más alumnos, podemos indicarles que hagan uso de Google Docs, de tal modo que compartan un documento entre ellos y con nosotros, para conducirles y cooperar en esa actividad.
Una de las dificultades que habitualmente se aduce en un trabajo elaborado en grupo es la de evaluar con justicia a cada miembro del grupo, puesto que es tan relevante la participación en el proceso de elaboración de cada miembro del grupo como el propio resultado final colectivo. ¿Cómo se resuelve con una herramienta tecnológica? En Google Docs es muy fácil. Existe un control de las revisiones del documento en el que podemos comprobar qué usuario introduce los cambios, así como el propio contenido de los cambios introducidos:
Evidentemente, si nos interesa no la realización de una actividad o ejercicio más o menos descontextualizado sino una tarea o proyecto, Google Docs que, evidentemente no es más que una herramienta a nuestro servicio, también nos puede resultar muy útil. En el vídeo- de la famosa factoría de Common Craft- se muestra cómo facilita la tarea de edición de una publicación (el diario de clase, el noticiario del grupo, etc.)
En el lugar donde más arriba nos hemos referido a documentos de texto, podemos sustituir éstos por presentaciones y el sentido de esos párrafos no varía. En consecuencia, también podremos beneficiarnos de Google Docs para el seguimiento de una presentación de un grupo de alumnos como apoyo, por ejemplo, para una exposición oral, o como ilustración de un poema. Si nos interesa una reflexión y propuesta detallada del uso didáctico de las presentaciones en línea, es muy recomendable el artículo de Andrés A. García Manzano.
Puesto que- y lo lamento- en este curso no nos permiten-me parece- la realización de actividades en grupo, debo solicitaros que proyectéis y llevéis a cabo una presentación sobre los contenidos que estéis impartiendo- o vayáis a impartir próximamente- en clase. Las aplicaciones que podéis usar son:
- Impress. Dentro de la suite ofimática OpenOffice, instalada en los miniportátiles, es el módulo para presentaciones.
- Google Docs. Como en los documentos de texto u hojas de cálculo, no sólo podéis alojar en vuestra cuenta Google Docs la presentación realizada con Impress, sino que también, si lo deseáis, Google Docs dispone de un sencillo- pero suficiente- editor de presentaciones en línea.
En todo caso, sea cual sea vuestra elección, la presentación realizada debe estar localizada en vuestra cuenta de Google Docs para que facilitéis el enlace que nos permita a todos observarla.
Por último, algunas recomendaciones2- desde mi propia experiencia- sobre las diapositivas de vuestras presentaciones:
- Las diapositivas deben contener dos - o tres, a lo sumo- líneas de texto. Nunca en la diapositiva debe aparecer la totalidad del texto que dice el orador.
- No es recomendable abusar de los efectos de transición. Si bien en principio pueden atraer la atención de nuestros alumnos, más tarde se convertirán en distracciones.
- La elección del tipo de letra y colores debe tener en cuenta la luz de la sala y el color de fondo de la superficie sobre la que proyectamos.
- Uso limitado en educación. Es un soporte algo viciado: los alumnos están habituados a visualizar muy vistosas presentaciones que se intercambian por la red en la que lo dominante es lo espectacular y el efectismo ( colores, efectos y música).
NOTAS
1. En este artículo citaremos algunas aplicaciones educativas de Google Docs en la materia de Lengua castellana. Si nos interesan otras aplicaciones educativas (calificaciones compartidas, ficha de asistencia de alumnos, el uso de formularios para exámenes, crear eventos, etc.) en ámbitos diferentes, es de utilidad este artículo de José Manuel Pérez Lobato.
2. Es frecuente que se hable, por el uso intensivo de la aplicación, de los defectos habituales del soporte e incluso del pernicioso efecto sobre la argumentación, de tal manera que se presentan recomendaciones y decálogos del buen uso.
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